Cuando una persona miente y experimenta el temor de ser descubierta, su organismo puede manifestar una variedad de reacciones fisiológicas y emocionales de diferente intensidad, las cuales escapan a su control consciente. Estas respuestas son registradas por el polígrafo mediante un software especializado, el cual genera un informe que posteriormente es evaluado por el poligrafista.

La evaluación poligráfica no solo tiene como objetivo descubrir a la persona que miente, sino también proteger a aquellos inocentes que están siendo injustamente acusados. Además, puede ayudar a persuadir al culpable para que admita su responsabilidad, contribuyendo así a la búsqueda de la verdad y al mantenimiento de la justicia.